De Constanza para todos y todas:
Quisiera compartir con ustedes y empatizar con el asunto que nos rodea hoy, el fútbol, y recordar juntos la grata visita que tuvimos en el máster en el mes de febrero del presente año: la escritora y artista, Kitty Crowther. Ella publicó Poka & Mina. El fútbol (Cuatro Azules), obra que con una historia sencilla, se hace cargo de los prejuicios que suponen que las niñas no pueden jugar al fútbol o que los niños no pueden bailar ballet. Ante un sueño de cómo aprender a jugar al fútbol, lo único que queda es la perseverancia y el esfuerzo, cualquier otro impedimento es falso a la hora de lograr lo que se aspira. Las ilustraciones se hacen cargo de este mensaje con una mirada estética y propia.
Esta obra nos sintoniza con el asunto, pero los estudios que estamos cursando lamentablemente nos alejan de las pantallas televisivas (para algunos no fanáticos) pues tantos trabajos nos obligan a restarnos de lo futbolístico, puesto que tenemos que dejarlo todo en la cancha del máster. Espero que nuestra directora no nos invite a ponernos camiseta y ni nos dé una dirección exacta en la cancha para jugar…
Para alcanzar buenos resultados en los deportes, siempre hay que contar con una estrategia. En realidad, esto no solo concierne al deporte, sino a cualquier cosa que uno quiera lograr, para lo cual pueden desarrollarse tácticas y estrategias. Hay un poema «Táctica y estrategia»de Mario Benedetti, que seguramente a todos los románticos les guste mucho, pero creo que también puede leerse desde otro punto de vista:
Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
A modo de cierre de esta entrada al blog, quiero hacer un guiño lector. Hernán Rivera Letelier , escritor chileno, hizo un relato futbolístico en su obra El fantasista. Hago, libremente, una parodia del relato, considerando que el fútbol sí tiene que ver con los libros… Si me permiten, lo comparto con ustedes[leer como relato deportivo radial]:
Buenas tardes, señoras y señores. Nos hemos reunido hoy en el estadio La Romareda, para el que esperamos sea un gran partido. ¡Ya salen a la cancha los equipos! El equipo del Máster propio en Lectura, libros y lectores infantiles y juveniles, va al mando de la profesora Rosa Tabernero, quien reúne a sus jugadores y les recuerda la importante meta en juego. Los desafiantes adversarios, el Cara Apática, el Ojo’etele y el joven iPhone, ya toman posiciones. El estadio está copado y grita eufórico, a viva voz… Frente a frente, dos equipazos…
¡Comenzó el partido! La encargada, Virginia Calvo, le recomienda un libro al profesor Mendoza. El profesor reparte hojas entre los estudiantes, quienes se lanzan de lleno hacia los libros, y todos se mueven. La pelota está en su cancha. César Patas Cortas lleva el balón, que está lleno de papeles pegados. ¡Lo toma con las manos, señores…! Calma, amantes de la lectura, Javier es el arquero. Despeje a medio campo, el zaragonence toma la pelota y empieza a driblear entre los adversarios. ¿Pero qué pasa? ¿Por qué se ha detenido el juego? ¡Esto es increíble, señores!
Los equipos se han reunido en el centro, y miran la pelota con asombro, ¡están leyendo, señores! El balón está repleto de poemas, y los jugadores se sientan a leer. Esto es impactante, señores y señoras. El público grita: ¡Goooool! La profesora Tabernero salta de alegría y en la banca del equipo del Máster propio en Lectura, libros y lectores infantiles y juveniles, están más felices que nunca y corren a las graderías a mostrarle los resultados a la comunidad educativa de la Universidad de Zaragoza. ¡Qué jornada la de hoy! ¡Hasta el próximo partido!
Afectuosamente, con garra y coraje, Constanza (desde Chile)